martes, 12 de enero de 2010

¿Por qué tanta prisa?

Cuando te planteas hacer un viaje como este, no necesitas mucho equipaje, que ya es algo que tienes a tu favor. Lo que sí necesitas es imponerte a ti mismo unas normas. A veces el desanimo, el tiempo, el cansancio, la dureza, las averías, cualquier contratiempo puede hacerte perder los nervios y la perspectiva de la realidad del viaje que te has planteado.

Yo, desde el principio, me impuse unas normas espartanas: levantarme muy temprano, salir todos los días a la carretera, llueva o truene, no bajar de la bici hasta superar los cien kilómetros, estés o no estés cansado. A partir de esta distancia, empezar a buscar sitio donde pasar la noche.

Cuando pasaba de los cien kilómetros, psicológicamente se te dispara la adrenalina y te dices a ti mismo: vamos un poco más lejos, y te encuentras eufórico, y te encuentras fuerte, porque sabes que has vuelto a superar otro día más lo que te planteaste al inicio del viaje.

Esto creo que explica el comentario de porqué tanta prisa, porqué no te paras un poco mas. Si hiciera eso, rompería las normas que voluntariamente yo mismo me he impuesto, y no hubiera terminado este viaje.

Como Isa siempre me dice, soy una persona de extremos, para bien o para mal. Cada uno es lo que es. A parte, me encuentro fuerte y tengo que aprovechar esta fuerza antes de que afloje, tanto física como mental: una no va sin la otra.

Y explicado esto, me voy a comer arroz que tengo hambre. Besos al que los necesite ;-)

1 comentario:

Isidro dijo...

Hola, Kike!

Ya veo que has empezado el año con muchas ganas, y que no se te han pegado los polvorones a la barriga!

Si vieras el frío que hace ahora por Madrid (ha caído una fuerte nevada), te volverías otra vez pa Asia...

Mucho animo y muchas fuerzas para devorar esos 10.000 Km. No tengas prisa, y disfrútalos, que ya sabes que lo importante es el camino.

Un abrazo muy fuerte de Pilar y de Isidro (estuvimos en tu casa unos dias antes de irte, con otros dos amigos de Guadalajara).