Estoy en Pattaya en los apartamentos en los que nos quedamos Isa y yo y me trajo recuerdos agradables…
Ayer en la carretera paró un camión que repartía leche, se bajaron dos tíos, me dijeron que parara con una sonrisa me hicieron una reverencia que para mostrarme su respeto me dieron un litro de leche de soja me dieron las gracias por aceptarla se montaron en el camión y se fueron sonriendo y yo muy feliz son cosas que te alegran el corazón y alivian la soledad... estoy pasando las fotos a un pendrive, yo no, Martin, para que yo después mandar las mas importantes.
He perdido ocho kilos en cuarenta días. Ahora descansaré un poco para reponer fuerzas y poder continuar el viaje a Malasia.
Yo desde aquí no puedo poner dinero en la tarjeta de mi teléfono, así que tengo que pedir ayuda para ello (esto de las tecnologías no es lo mío) por si necesitase llamar por una emergencia. Como no tiene nada de saldo, tengo que pedir a mi familia si pueden hacer algo, si no, no pasa nada.
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