viernes, 27 de agosto de 2010

Fotos... ya están aquí

Ya pueden ver las fotos de estos últimos dos meses.... en el enlace de la tira de fotitas pequeñas justo debajo de la foto mía con el tigre... y podrán ver el album entero... espero poder poner comentarios más adelante...
Bueno, voy a comer arroz...

domingo, 22 de agosto de 2010

No entiendo a ciertas personas extranjeras...

He encontrado el sitio para poner las fotos pero este ordenador no tiene lector para esta tarjeta. Buscaré otro, y cuando lo encuentre compartiré las fotos con todos.

Yo la verdad que no entiendo a ciertas personas extranjeras que viven en Tailandia para mas señas americanas, algunos con mujeres y hijos tailandeses tratan a la gente de este país como si fueran sus esclavos porque tienen unos cuantos dólares más que la gente local.
Están todo el día haciendo mítines en el hotel o condominio donde viven solo para despotricar que si los tailandeses son unos tarados, que si son como niños, que si no saben trabajar, cuando todo esto es incierto. Les pagan al mes unos cuantos dólares, cien dólares al mes por trabajar y trabajar duro seis días a la semana, nueve o diez horas al día sin ninguna clase de seguro, y aunque lleven diez años de trabajo, si no se la chupan a estos individuos, los o las echan a la puta calle sin ninguna compensación.
No conozco muchos países donde la gente sea tan trabajadora y seria que en este país, lo que pasa es que son buena gente y no quieren problemas y necesitan el trabajo para mantener a sus familias.
La poca vergüenza es de estos individuos que tratan a la gente como en la era de la esclavitud.
Eres subnormal si en Tailandia te comportas como un tailandés, te tienes que comportar como un americano para ser una persona inteligente y trabajadora, sino eres basura. Pues yo que soy extranjero igual que ellos, lo único que se me ocurre decirles es que se vayan a su país si no les gusta la cultura de este gran país que es Tailandia.
Se comportan o se quieren comportar como en su país con los nativos americanos como en América. Ya casi no quedan o los que quedan ya no se dejan pisotear, buscan nuevos nativos de los que poder abusar y parece que Tailandia es un buen filón.

Por suerte conozco otros americanos que están de acuerdo y piensan igual que yo. La verdad que no me extraña que cada año que pasa, los tailandeses quieren menos a los extranjeros gracias a gente sin escrúpulos. Al final lo pagaremos todos.
Bueno sé que este comentario lo va a leer mucha gente pero lo que más me gustaría es que lo leyeran las personas involucradas en esta sin razón. Yo no me escondo. Saben en dónde estoy y con mucho gusto les diré lo mismo que aquí escribo y mucho más.

Bueno, para mis amigos y para toda aquella gente que no discrimine a nadie porque tengan más que ellos, un abrazo

viernes, 20 de agosto de 2010

Mañana toca descansar

Bueno, si mañana no pasa nada estaré llegando a Pattaya a descansar y relejarme de tanta bici, a comer mucha fruta, y playa mientras preparo otro viaje al norte de Tailandia. A ver si mi colega Martin me ayuda a mandaros las fotos. Hay algunas muy buenas y otras no tan buenas pero es lo que hay.
Bueno, estos últimos días han sido de lo más tranquilo… poca lluvia y muchos saludos de la gente al pasar por sus pueblos pero nada que destacar. Sólo unos cuantos pinchazos aunque los dos últimos fue culpa mía por no mirar la rueda tras el último pinchazo: tenía una grapa clavada y al cambiar la cámara nueva, se volvía a pinchar. Pero bueno, me di cuenta y aprendí la lección.
Ahora a buscar sitio para dormir y comer… Besos

lunes, 16 de agosto de 2010

Un energúmeno con barbas...

Esta mañana, acercándome a la frontera a unos treinta kilómetros yo estaba parado fuera de la carretera bebiendo agua de la botella que llevo atrás de dos litros. Para beber de esa botella tengo que pararme y bajar de la bici. Pues en esa operación estaba cuando vi pasar a un tío con barba, veo que da la vuelta, se para pegando un frenazo y a voces no sé lo que decía pero se le notaba que estaba muy cabreado. De pronto se fue a la bici que yo tenía agarrada y se puso a tirar de la bandera tailandesa con tal fuerza que me dobló el mástil. Entonces yo también me puse a gritarle y le dije que como volviera a hacer eso, me iba a agarrar a sus barbas y no lo iba a soltar hasta que no le quedara ni un pelo. En eso estábamos cuando paró otra moto y los dos se pusieron a hablar. Al principio el último de la moto hablaba tranquilo con el de las barbas hasta que empezó también a subir la voz entre ellos dos. Mientras hablaban o mejor dicho discutían yo saqué la navaja y corté las cuerdas de todas las banderas. Cando el de las barbas vio la navaja se quedó blanco. Yo guardé la navaja. En ese momento paró un coche y se bajaron dos tíos y una mujer, los tíos eran como King Kong. Yo estaba acojonado, no entendía nada, sólo sabía que tenía que ver con las banderas, por eso las quité. La mujer era mayor y estuvo escuchando las explicaciones que le dio el tío que discutía con el de las barbas. La mujer me miró y me sonrió. Eso me tranquilizó bastante. Los tíos del coche algo le dijeron al de las barbas que enseguida se calló y miraba para otro sitio. La mujer me dijo en inglés que me fuera y es lo que hice. Vi por el retrovisor que los tíos del coche señalaban con el dedo al de las barbas. Yo seguí sin mirar para atrás. Al cabo de unos minutos me adelantó el segundo tío de la moto, me pitó y me saludó con la mano. Al rato pasó el coche y también me pitó y con la mano me dijeron adiós. Estuve un rato mirando por el retrovisor si venía el energúmeno de la barba pero no lo volví a ver. Mientras llegaba a la frontera más tranquilo pensando que esto de vagabundear por el mundo está bien pero echo de menos a mi familia y a mis amigos...

En la salida de la frontera de Malasia me esperaba otra sorpresa: Cuando le di el pasaporte a la policía que era una chica miró el pasaporte y me dijo que esperara al lado de la bici. Yo estaba acojonado, no sabía qué pensar, me puse muy nervioso… Al cabo de un minuto que me pareció un día vi que venía un policía, me tranquilizó un poco porque venía sonriendo, en inglés primero me felicitó por haber ganado España el mundial, después me dijo que sabía que había tenido problemas con un Imán musulmán, el también era musulmán. Me imagino que el tío de la moto o los del coche le contaron el tema, me dijo que pusiera otra vez las banderas, le dije que no importaba que para evitar más problemas no las ponía, que realmente las ponía para que los coches me vieran, más por seguridad que porque me gusten las banderas.

Bueno al final a veces el diablo se pone de tu parte y no pasó nada. Se llevó el pasaporte para que no hiciera cola, me lo selló y me dijo que su país estaría encantado que volviera a visitarlo. D todos modos el susto no me lo quitó nadie.
Bueno, estoy en Tailandia, voy a buscar un mercado de fruta y ponerme morado. Besos a todos y a todas

jueves, 12 de agosto de 2010

Pistolas, serpientes y caras de pocos amigos

El día que fui a sacar dinero en un cajero en Ipot, nada mas marcar el número de la tarjeta se cerraron de repente todas las puertas de cristales blindados y a sonar una alarma. Yo pensé que conmigo no iba nada pero mira por donde desde el cristal veo a un tío con una pistola apuntándome y creo que quería decirme que levantara las manos. No lo hice porque todo me parecía tan ridículo como para encima levantar las manos, el caso es que vino otro tío que trabajaba en ese banco con más cerebro que el tío de la pistola. Le hizo bajar el arma y abrieron las puertas. Con una sonrisa sacó la tarjeta del cajero y le entendí que el chip o la banda magnética había hecho saltar la alarma. El caso es que estuvo un ratito con la tarjeta hasta que consiguió sacarme quinientos ringis que era el máximo que en ese cajero podía sacar. Me pidió disculpas por la movida tres veces, pero lo mas gracioso que el de la pistola me seguía mirando mal, supongo que por que no le hice caso cuando me dijo que levantara las manos...
Por este mundo hay personas con las pistolas más grandes que sus cerebros, esuna pena.

Por cierto, ese mismo día otra serpiente intentó morderme: la vi de refilón, era más pequeña que la cobra pero me da la impresión que lo mismo de peligrosa. Creo que les pasa lo mismo que a los perros, que el ruido de la bici los asusta...

Los malayos en las grandes urbes son mas abiertos que en los pueblos. En algún pueblo nada mas entrar montado en la bici, las mujeres salen corriendo y los niños asustados, y se meten en las casas y salen los hombres con cara de pocos amigos y me dicen que me vaya. No en todos los pueblos, sólo en los musulmanes, hay otros pueblos que son Indus y que son muy amables y no paran de preguntarte cosas y hay en la carretera pueblos que son chinos o descendientes chinos que son los dueños de los hoteles y comercios que hablan un perfecto inglés. No son muy simpáticos pero son correctos. El treinta por ciento de los malayos son de descendencia china.

Las lluvias se están espaciando en el tiempo, cosa que celebro, bueno no os aburro más, tengo hambre... me voy a buscar un sitio para comer arroz

Hoy toca abrazos a los amigos y también a los enemigos, estoy contentó de seguir undía mas en este mundo

domingo, 8 de agosto de 2010

Todo Malasia huele a durien

Todo Malasia huele a durien, en todas las carreteras hay montones de sitios que los venden, es una fruta con un sabor muy fuerte que parece un erizo. Se conoce que es la época de maduración de este fruto. Malasia es un país precioso con mucha vegetación y mucha agua y poco poblado si lo comparamos con países de alrededor como India o Tailandia, pero hay una cosa que me hace imposible poder vivir aquí mucho tiempo: uno es que es mas caro que Tailandia y lo que mas inclina la balanza para que terminada mi excursión en bici me vuelva a Tailandia es que incomprensiblemente no hay fruta y la poca que hay está a precio muy elevado y no lo entiendo porque hay mucha tierra de cultivo pero esa es la realidad, no hay fruta. Sólo he visto manzanas, que las venden por piezas, y naranjas que también las venden por unidades: tres naranjas pequeñas, un euro, con las manzanas lo mismo y el durien no sé a cómo está porque no me gusta mucho.
La comida no es muy variada, es cocina india. Para unos días está bien pero para mucho tiempo, no es muy saludable. Es una pena porque la gente es super agradable, muy educada y correcta y se está modernizando a pasos gigante. En todo el país están en obras: carreteras, puentes, trenes super modernos, la economía va bien y se nota: todo el mundo trabaja, no hay paro... realmente no sé donde estoy, sé que estoy entre Kuala Terengganu y la zona de Dungun, pero estoy haciendo los preparativos para mañana coger la carretera que me lleva al interior del país y coger la carretera del sur que me lleve hasta la frontera tailandesa.
Mientras tanto, a disfrutar de los pueblos malayos y hacer fotos, por cierto tengo que mandar un montón que tengo hechas, ya os iré contando más cosas.
Ahora me voy a buscar sitio para dormir y comer un poco de arroz.
Besos a todos

miércoles, 4 de agosto de 2010

De la Patagonia con 18 años a Malasia con 55

Cuando tenía apenas dieciocho años me embarqué en un barco para trabajar, ese barco era unos de los pocos cruceros que tenía España por el año 1975 más o menos no recuerdo muy bien las fechas con ese barco recorrí buena parte de mundo desde el mediterráneo hasta la Patagonia. Pasé dos veces el Cabo de Hornos, el cabo más violento y duro del planeta, para llegar a Ushuaia, un pueblo de cuatro casas que en tiempos antiguos varaban los barcos balleneros. Está pegado al Polo Sur, el frío era terrible pero con dieciocho años mal cumplidos era lo de menos, creo que no era consciente de que estaba en uno de los sitios más fríos del planeta...

Bueno esto viene a cuento de que ahora con cincuenta y cinco años me encuentro en la misma situación, lo único que cambia es que estoy navegando en bicicleta por uno de los sitios mas calientes de este mundo... Mi cuerpo se ha comido toda la grasa y mucho me temo que como no baje el ritmo se va a comer el poco cerebro que me queda, así que en Kuala Terenganu me dedicaré a comer y disfrutar de la playa dos o tres días. Estos días pasados por donde andaba perdido, no había cobertura telefónica y menos internet, pero me ocurrieron cosas bastante curiosas. En otro momento las escribo, ahora voy a buscar sitio para dormir y a comer arroz.
Besos al que los necesite