jueves, 21 de enero de 2010

Es para alucinar, el tráfico en Bangkok

Estoy en Phetchaburi camino Hua Hin, siempre para el Sur, sin ninguna anécdota quitando a los perros, el resto es pedalear. Tailandia es el país que más perros tiene y el setenta por ciento, abandonados, llenos de sarna y otras enfermedades. Es raro ver un perro sano. La gente, por su educación religiosa, prefiere abandonar a los cachorros que sacrificarles.

Bueno, ayer no dormí nada. Llegué a Samut Songkhran de noche, cuando crucé el río Chao Praya con el barco, en la otra orilla me perdí y me metí en el centro de Bangkok. Es para alucinar, el tráfico, sin saber a donde ir, tienes que ir en la dirección que el tráfico te lleve. Menos mal a un poli que había en un semáforo, que creo que vio la desesperación en mi cara, que paró el tráfico y me mandó en dirección correcta, gracias a las banderas que son un cante, todo el mundo me ve.

Como decía, llegué de noche y no había hoteles, así que me indicaron en un restaurante que había un sitio que se llama Paradis es donde van las parejas y se alquilan las habitaciones por horas: tres horas 250 Bahts. Y claro, aparte del escándalo de gritos cuando están haciendo el amor, cuando terminan, se van, y entra otra pareja. Pero antes entran a limpiar al trancazo limpio. Las paredes son muy finas y se escucha todo, o sea que hasta las cuatro de la mañana que se calmó el revuelo, no pude dormir. Cuando empezaba a quedarme dormido, a las seis de la mañana, ya tenía que dejar la habitación. Salí de allí echando leches.

Hoy en Phetchaburi, son las dos de la tarde y ya tengo hotel por 200 Bahts, unos cuatro euros y tiene buena pinta. Espero poder dormir. Ahora me voy a comer arroz y después visitar los sitios de interés, que hay bastantes.

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