jueves, 4 de febrero de 2010

El cuenta kilómetros marca seis mil novecientos

Son las diez de la mañana en Kuala Lumpur, voy de camino a la embajada tay a por mi pasaporte que ayer les dejé para que me den un nuevo visado de tres meses... mañana salgo dirección a Malaka. Con el cambio de carretera, no se en cuanto tiempo podré terminar los ciento cincuenta kilómetros... Hoy me he despertado tarde, pero me siento fuerte. Parece que el reposo y los paseos relajados por esta magnífica y encantadora ciudad me están renovando las fuerzas...

Besos a Maria y Rosi y un saludo a Henning, por sus ánimos y a Kenneth.

Cada vez estoy más cerca de mi objetivo. Cuando empecé esta aventura y pensaba en kilómetros, sabía que eran muchos pero también era mucha la determinación. Ahora cuando miro el cuenta kilómetros que está a seis mil novecientos, que me faltan tres mil que cumpliré con el regreso a Pattaya, también son muchos pero sigo con la misma fuerza sino física, que esa ha aflojado con el paso de los kilómetros, sí mental. Y, viendo y leyendo los comentarios de mis amigos, me dan fuerzas y ánimos para terminar este viaje. Gracias a todos.

Ayer estuve un rato hablando con una pareja de Alicante que están de vacaciones aquí. Y les comenté lo que estaba haciendo por Asia. Se quedaron bastante impresionados. Lo primero que me preguntaron es cuantos años tenía; lo segundo, si no tenía miedo. La primera respuesta fue fácil, la segunda podría haber sido también fácil: podría haber dicho que no, que no tenía miedo. Pero les habría mentido. Les dije que sí, que a veces tenía mucho miedo. Por eso quizás pueda estar delante del ordenador. Si no hubiera tenido miedo, posiblemente las cosas hubieran ido de otra manera... A veces creo que mi ángel, el que me cuida, es el miedo: te hace ser prudente.

Bueno me voy a la embajada tay a soltarles unos cuantos dólares.

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