lunes, 16 de agosto de 2010

Un energúmeno con barbas...

Esta mañana, acercándome a la frontera a unos treinta kilómetros yo estaba parado fuera de la carretera bebiendo agua de la botella que llevo atrás de dos litros. Para beber de esa botella tengo que pararme y bajar de la bici. Pues en esa operación estaba cuando vi pasar a un tío con barba, veo que da la vuelta, se para pegando un frenazo y a voces no sé lo que decía pero se le notaba que estaba muy cabreado. De pronto se fue a la bici que yo tenía agarrada y se puso a tirar de la bandera tailandesa con tal fuerza que me dobló el mástil. Entonces yo también me puse a gritarle y le dije que como volviera a hacer eso, me iba a agarrar a sus barbas y no lo iba a soltar hasta que no le quedara ni un pelo. En eso estábamos cuando paró otra moto y los dos se pusieron a hablar. Al principio el último de la moto hablaba tranquilo con el de las barbas hasta que empezó también a subir la voz entre ellos dos. Mientras hablaban o mejor dicho discutían yo saqué la navaja y corté las cuerdas de todas las banderas. Cando el de las barbas vio la navaja se quedó blanco. Yo guardé la navaja. En ese momento paró un coche y se bajaron dos tíos y una mujer, los tíos eran como King Kong. Yo estaba acojonado, no entendía nada, sólo sabía que tenía que ver con las banderas, por eso las quité. La mujer era mayor y estuvo escuchando las explicaciones que le dio el tío que discutía con el de las barbas. La mujer me miró y me sonrió. Eso me tranquilizó bastante. Los tíos del coche algo le dijeron al de las barbas que enseguida se calló y miraba para otro sitio. La mujer me dijo en inglés que me fuera y es lo que hice. Vi por el retrovisor que los tíos del coche señalaban con el dedo al de las barbas. Yo seguí sin mirar para atrás. Al cabo de unos minutos me adelantó el segundo tío de la moto, me pitó y me saludó con la mano. Al rato pasó el coche y también me pitó y con la mano me dijeron adiós. Estuve un rato mirando por el retrovisor si venía el energúmeno de la barba pero no lo volví a ver. Mientras llegaba a la frontera más tranquilo pensando que esto de vagabundear por el mundo está bien pero echo de menos a mi familia y a mis amigos...

En la salida de la frontera de Malasia me esperaba otra sorpresa: Cuando le di el pasaporte a la policía que era una chica miró el pasaporte y me dijo que esperara al lado de la bici. Yo estaba acojonado, no sabía qué pensar, me puse muy nervioso… Al cabo de un minuto que me pareció un día vi que venía un policía, me tranquilizó un poco porque venía sonriendo, en inglés primero me felicitó por haber ganado España el mundial, después me dijo que sabía que había tenido problemas con un Imán musulmán, el también era musulmán. Me imagino que el tío de la moto o los del coche le contaron el tema, me dijo que pusiera otra vez las banderas, le dije que no importaba que para evitar más problemas no las ponía, que realmente las ponía para que los coches me vieran, más por seguridad que porque me gusten las banderas.

Bueno al final a veces el diablo se pone de tu parte y no pasó nada. Se llevó el pasaporte para que no hiciera cola, me lo selló y me dijo que su país estaría encantado que volviera a visitarlo. D todos modos el susto no me lo quitó nadie.
Bueno, estoy en Tailandia, voy a buscar un mercado de fruta y ponerme morado. Besos a todos y a todas

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