lunes, 8 de diciembre de 2008

Lo dejaré para la próxima vida...


A la vuelta de Saigón pasé por Cambodia a ver si el terreno seguía en venta y si se podía comprar las autoridades locales no me ponían ningún tipo de trabas para construir mi pequeño hotel al contrario parece que la idea de traer turistas les gustaba pero tenia que ir a Phnom Penh que es la ciudad de Cambodia a hablar con la autoridades. El gobierno es una junta militar o algo parecido tardé cinco horas en llegar, el autobús tenia mil años, en las cuestas iba a cinco por hora, el tío que iba a mi lado llevaba media docena de gallos de pelea, yo no sé quien olía peor si los gallos o el. Cuando llegué a Phnom Penh después de preguntar a docenas de personas donde estaba la especie de ayuntamiento parece que una señora mayor que hablaba francés bastante bueno - era vietnamita - encontré el maldito lugar. Me recibió un militar, después otro militar, total después de intentar hablar mejor dicho hacerme entender, me dijeron que me hospedara en un hotel. Como no, tenía que ser el más caro, bueno allí me reuniría con un funcionario que decían que hablaba francés. Al segundo día apareció. El caso que parecía en principio que no había problemas que en esa zona podía construir ochenta metros cuadrados pero como mi proyecto le gustaba podíamos realizarlo pero tenia que asociarme con una autoridad local mediante contrato de asesor del proyecto a todo esto tenia que dejar en fianza la totalidad del dinero que iba a costar la obra terminada por responsabilidad civil que después cuando la obra terminada se me devolvería o sea que estás en sus manos entonces el sueño se acabó en ese momento y adiós hotel. Lo dejaré para la próxima vida... Posdata: la comida del funcionario la pagué yo y parece que venía con hambre… besitos

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